Amaya Amador nos
narra una historia absolutamente verídica de dos de los muchos humildes
campesinos que participaron en las batallas lideradas por Francisco Morazán en
busca de la unidad de los pueblos centroamericanos.
Cuando los hermanos Cano regresaron a su municipio de origen
quisieron contribuir con el progreso de su pueblo, en particular de la
juventud, ese deseo de superación fue el motivo por el cual la “reacción
inquisitorial”, encabezada por el cura, el alcalde y los notables del pueblo,
los acusó, aprovechándose de la ignorancia y la superstición popular de
herejes, de tener pacto con el diablo, y de haber echado una maldición de
enfermedades y muerte contra el pueblo: motivos que fueron suficientes para
fusilarlos.
Al escribir esta novela Amaya Amador consideró que sería de “interés para aquellos que sustentan principios revolucionarios y democráticos” y la dedicó a “la juventud de Honduras”. Esta nueva edición de Los Brujos de Ilamatepeque va dedicada para esa juventud que hoy exige un urgente cambio de rumbo en el país, luchando en las calles porque se hagan cumplir sus derechos (trabajadores, estudiantes de colegios y universidades) que han sido y aún siguen siendo pisoteados por instituciones y autoridades que mal gobiernan nuestro país
RECURSOS FORMALES: La obra está estructura en capítulos, el autor los divide llamándoles " Libro Primero", "Libro Segundo" y así sucesivamente. El libro cuenta con 207 páginas (Referencia de la reimpresión del año 2011).
PUNTO DE VITA DEL NARRADOR: Simplemente ve los personajes desde lejos, como una especie de cámara de cine, Ramón Amaya Amador es un narrador objetivo ya que no participa directamente en la trama de la narración, es ajeno y todo lo ve desde afuera.
RECURSOS
DEL CONTENIDO: Utilizando la Descripción; Ya que el narrador cuenta cómo,
donde, cuando y porque sucedieron las acciones de los Brujos de Ilamatepeque,
dándonos a conocer todos los detalles.
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